Herramientas para publicar tu ebook en pocos pasos

Se tiende a pensar que los escritores no somos más que personas ancladas en un pasado de papel, máquinas de escribir y cuadernos de anilla — nada más lejos de la realidad — . En el mundo actual, existe una gran comunidad de escritores que se preocupan por sus necesidades digitales. La llegada de los libros digitales ha supuesto una transformación en el modo de escribir, así como en el de concentrarse. Aunque la mayoría no pasan de abrir su documento de MS Word, muchos otros, han buscado alternativas para liberarse de los bugs, los elementos superfluos y las distracciones innecesarias.

En mi caso, como otros, siempre me ha obsesionado la evolución de los procesadores de texto. Hace mucho tiempo que en mi ordenador portátil no existe Microsoft y ninguno de sus programas. Hoy más que nunca, los autores tienen todas las posibilidades en su mano para publicar un libro en formato digital (y en papel, si lo desea) usando software libre desde la creación hasta el acabado final. Internet y las licencias abiertas lo han hecho posible, o lo que es igual: los usuarios y programadores. Publicar y tener éxito no depende nunca más de maquinaria o intermediarios (pero este tema iría en otro artículo). Hoy quiero compartir algunas herramientas para toda aquella persona que lleve dentro (o fuera) un escritor en ciernes.

La creación

Existen muchos programas para redactar. Unos más y otros menos conocidos. Destacaré aquellos que considero más útiles porque resultaría imposible enumerarlos todos.

En primer lugar, cuando desarrollo la trama y las escenas de mi libro, me limito a usar LibreOffice. La suite libre es de sobra conocida para los usuarios de Linux, Windows y OS X. Durante mucho tiempo usé OpenOffice pero me cansé por una cuestión de fluidez y estética. Uso Calc para enumerar los capítulos y Writer para desarrollar la primera sinopsis.

Cuando llega el momento de escribir, es importante tener un programa libre de distracciones. En el futuro (y como la industria indica), el tamaño de la novela importará a los editores si deseamos escoger el camino tradicional. La extensión siempre se cuenta por el total de palabras que escribimos y no por el número de páginas que ocupa el documento. Por tanto, resulta imprescindible usar un programa que cuente el número de palabras.

Uso Focus Writer para escribir en pantalla completa, sin distracciones y limitado por las líneas que redacto. Este software es libre y es multiplataforma. Ofrece la posibilidad de guardar nuestro documento en RTF, ODT o TXT. Normalmente me limito a copiar lo que escribo en una sesión y pegarlo en un documento final de LibreOffice en el que tengo el manuscrito. Existen otros como JDarkRoom y también de pago. Focus Writer ofrece la posibilidad de cambiar de tema y personalizarlo como si escribieras en el viejo WordPerfect.

He leído en internet que algunos autores escriben sus novelas en emacs. Siempre he sentido curiosidad en usar este programa, pero su dificultad me echa hacia atrás (escribo, no programo). Aún así, los más curiosos pueden ver un manual aquí.

La edición

Una vez terminado nuestro manuscrito con formato en LibreOffice, existen varias opciones. Normalmente y debido a mi conocimiento limitado, utilizo una extensión de LibreOffice llamada Writer to ePub (Writer2ePub) que convierte mi documento ODT en ePub con un pequeño asistente. Es un método rápido y efectivo para los que, como yo, no sepan demasiado. Otros prefieren convertir su documento TXT con otras aplicaciones como Calibre o usar páginas de conversión. Recomiendo Writer2ePub. Una vez listo nuestro documento digital, sólo nos quedará darle el último retoque.
Para ello, la artillería pesada. Mi programa por excelencia para editar ePub en este caso se llama Sigil y es libre y multiplataforma (como todo el software mencionado aquí). Sigil hará las delicias de los que dominen código html y de los que no. Con él, podremos crear un TOC (tabla de contenidos), añadir hiperenlaces, modificar los metadatos, eliminar basura residual (si la hay) y añadir la portada de nuestro libro. Una vez limpio, tendremos preparado nuestro ePub para su distribución.

El diseño visual

Existen alternativas libres para diseñadores, aunque este es el campo que más desconozco de todo el proceso. El caso más conocido es GIMP. Sin embargo, no es del todo intuitivo y para algunas tareas, el resultado no es el esperado. Esto no quiere decir que debamos regresar al impuesto Photoshop. No.

Gracias a las plataformas que ofrecen fotografías bajo licencia cero (como el caso de All The Free Stock), podemos obtener fotos profesionales gratuitas o bajo una mera mención. Para realizar portadas, hace tiempo que trabajo con Canva, una web que ofrece gratuitamente un editor simple pero con resultados profesionales. Sólo necesitamos el navegador para después exportar nuestro resultado.

Con esto, una persona puede escribir y editar su libro electrónico de principio a fin y ponerlo a disposición de otros. Recomiendo usar una licencia Creative Commons (yo lo hago en mis libros) así como evitar los DRM.

En cuanto al mercado digital, es un tema que nos llevaría horas. Quizá otro día, ¿no?

No olvidéis dejar vuestros comentarios y recomendaciones.