Madrid, años 90, Easton Ellis y Palahniuk

Supongamos que hablo de Madrid. Leo a José Ángel Mañas. Leo Historias del Kronen. Tengo la sensación de que el Kronen debe de haber cerrado ya así como Australian Blonde dejó de existir hace tiempo. Todavía queda Madrid.

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Leo la novela y me dio cuenta de algo que, posiblemente, alguien notó 20 años atrás, para ser más exactos, 21, en 1995 cuando se estrenó la película o en 1994 cuando se publicó el libro. A José Ángel Mañas le gustaba mucho Easton Ellis, el Ellis de entonces, el que escribió American Psycho y Less Than Zero. Y se lo llevó a Madrid, a sus calles, dejando caer a sus personajes, a sí mismo. 

Lo sé porque lo cita y porque lo copia, lo imita; en su simbolismo, en su ristra de palabras diseñadas por el autor. Me gusta, es un buen punto y me siento bien al reconocer esto, porque a mí también me influyó Ellis en su momento.
A diferencia de Murakami, de Ellis me influyó más su prosa que sus historias, como Palahniuk. Con esto, me doy cuenta de que hoy existen muchas Historias del Kronen. ¿Superiores? No sé, diferentes. Incluso yo escribí una (la cual, no puedo mencionar). Historias del Kronen es un Less Than Zero así como ésta fue un On The Road y ésta última, The Catcher in The Rye o El Guardián entre el centeno de Salinger, que siempre estuvo de moda y que a mí nunca me dijo  nada (tal vez por leerlo tras escribir una novela de iniciación). 

En su día leí a Agustín Fernández Mallo, pero voló bajo, rasurado.
La diferencia es que, como muchos, soy de una generación que está entre dos mundos: uno digital y otro que camina hacia atrás, como los cangrejos, como diría mi padre. Leo en Kindle libros de hace dos o tres décadas.

Chuck Palahniuk dejó una lista de consejos que he tomado prestados de una traducción que se hizo aquí, por Pablo, el traductor y escritor de Lamolineta.

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Estos tres son la clave.

  • Número nueve: Hay tres tipos de discurso – No sé si esto es VERDAD, pero lo oí en un seminario y tenía sentido -. Estos tipos son: Descriptivo, Imperativo y Expresivo. Descriptivo: “El sol se levantó alto…” Imperativo: “Camina, no corras…” Expresivo: “¡Ay!” La mayoría de los escritores de ficción utilizarán sólo uno – dos, todo lo más -. Así que, usa los tres. Mézclalos. Es como la gente habla.
  • Número diez: Escribe el libro que quieres leer.
  • Número once: Hazte ahora fotos de autor, con chaqueta, mientras eres joven. Y hazte con los negativos y el copyright de esas fotos.
  • Número Doce: Escribe sobre los temas que realmente te preocupan. Esas son las únicas cosas sobre las que merece la pena escribir. En su curso, llamado “Escritura peligrosa”, Tom Spanbauer enfatiza que la vida es demasiado preciosa como para desperdiciarla escribiendo historias insulsas y convencionales las cuales no tienen ningún lazo personal contigo. Hay tantas cosas de las que Tom habló, pero sólo puedo medio recordar: el arte de “manumision” que no puedo deletrear, pero que entendí que significaba el cuidado que utilizas al mover a un lector a través de una historia. Y “sous conversation”, el cual me hice la idea de que significaba el mensaje escondido, enterrado entre la historia obvia. Como no me siento cómodo describiendo temas, sólo medio entiendo. Tom estuvo de acuerdo en escribir un libro sobre este trabajo y las ideas que él enseña. El título de trabajo es “A Hole In The Heart (Un agujero en el corazón”) y tiene planeado tener listo un borrador en Junio de 2006, con fecha de publicación a primeros de 2007.