Pizza fría y trabajo duro

Hace un rato hablaba con una persona a través de Instagram. Las posibilidades de internet son infinitas si lo comparamos con hace quince años.

Él es escritor y me preguntaba qué podía hacer, qué le aconsejaba y cómo había comenzado.

Sinceramente, no soy quién para dar consejos a nadie. Ni siquiera puedo decir que he logrado el éxito -más bien, pequeños éxitos diarios-, ni he dejado mi trabajo para dedicarme a la escritura -aunque sí he progresado mucho en este aspecto-.

Sin embargo, en diez novelas he aprendido algo básico que una persona que está comenzando puede poner en práctica desde este momento.

Todos los días sin excusa.

Escribir 1000 palabras.

Leer 20–30 páginas de un libro.

Si haces esto durante un año, habrás escrito 365.000 palabras y habrás leído 7.300 páginas.

No está mal.

En cuanto al asunto económico, la verdad es otra. No existen los milagros, ni creo en el éxito repentino, ni en la promoción desmedida. Podrías escribir un largo texto sobre lo que vemos y lo que creemos ver, pero ya hay mucho sobre el tema. En mi experiencia, resumiría lo aprendido en lo siguiente:

Crear una comunidad. Buscar a la gente y encontrarla. Ellos nunca te encuentran a ti cuando estás empezando.

Aprende a usar las redes sociales y sé constante y paciente.

Paga por la información de alguien que ya haya logrado lo que buscas.

Experimenta y arriesga.

Sé lo más profesional que puedas.

No hay otra vía. No, en mi caso.

Tendrás que aprender cómo funciona el mundo hoy, no como tú crees que funciona. Eso te llevará tiempo, porque conocer los engranajes de algo no significa usar Instagram o Facebook para hablar con tus amigos. Habrá cosas que desconozcas, así que no te duela pedir ayuda o pagar a un profesional (que para eso están). Es complicado, pero tendrás que invertir en competir con los que ya triunfan, porque si haces algo mediocre, la gente pensará que eres mediocre.

En internet sólo tienes una bala.

Y mientras tanto, hay un precio que siempre debes pagar. Yo lo pagué con aspectos de mi vida, mis horas de sueño, mis relaciones sociales, mi tiempo libre… No me arrepiento. Es una vida, una pasión. Piensa que peor es sacrificarlo todo en un trabajo que no te importa un carajo.

Pizza fría y trabajo duro, que ya comerás caviar en el futuro.