Responsabilidad

 

El escritorio vuelve a estar lleno de cables y, aunque el desorden es aparente, todo se siente bajo control. Todo cambio trae consecuencias y los míos no iban a ser menos. El perro descansa a mis espaldas sobre una cama, el cuaderno de notas huele a tinta fresca y vuelvo a ser consciente de que hay que tomar el control.

Para muchas personas, los animales sirven de compañía o como sustitución a carencias afectivas que no se pueden llegar a tener. Desde siempre, observaba cómo los escritores tenían mascotas en casa.

Parecía un cliché, pero comenzó a tener sentido tan pronto como me dediqué a escribir a tiempo completo y comencé a notar los devaneos de la soledad -y sus consecuencias mentales-.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan la mayoría de las personas es la responsabilidad. Diferencio entre quien es responsable de su vida y quien lo es por obligación -simplemente, por complacer a otros-.

En el primer caso (que es el que prima), con el paso de los años, me he dado cuenta de que asumir la responsabilidad en la vida propia es tan difícil como asustadizo. Llevar a cabo un plan, reconocer que podemos fracasar en ello, equivocarnos, darle la razón a quienes no nos creían…

Sin embargo, con el tiempo, se convierte en la gasolina que me enciende cada día, en el combustible de la consciencia y en la única verdad que, a día de hoy, siento que existe.

Si no te levantas cada mañana jodido/a por no estar tomando responsabilidad en tu día, has perdido la batalla.

Supongo que predicar con el ejemplo es complicado, que todos tenemos fases y no pasa nada.

Soy el primero que se deja atrapar por las redes de la distracción cuando no debería. Soy el primero que entiende cuando las cosas van bien y cuando no.

Ponerme contra las cuerdas, llevarme al límite y tomar responsabilidad, ya no sólo de mí, sino de alguien más y sin importar el resultado, es lo que me lleva a concentrarme en lo que realmente merece la pena.

La responsabilidad es algo más que ser un buen ejemplo para otros. Es dar lo mejor de nosotros a diario, sin esperar a cambio nada más que la propia satisfacción de haber vivido en consonancia.

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Pablo Poveda, periodista y escritor de novelas de ficción. Creo en la cultura libre y sin ataduras. Si te ha gustado este artículo, conectemos: te animo a que te suscribas y descargues gratuitamente una de mis novelas.

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