Stan Lee y las letras

Acabo de leer un artículo de Rafael Fernández Ezcritor, una entrada que se hizo viral hace poco. Me alegro. Hace cinco años, él ya estaba ahí, y muchos no tomaban en serio lo que hacía.
La semana pasada estuve en Barcelona unos días. Una ciudad preciosa, un viaje maravilloso, unos días necesarios para hacer balance, pensar y ver a dónde nos lleva todo.
Antes de marchar, publiqué El Aprendiz, la segunda parte de El Profesor. En ese momento, ya estaba inmerso con la segunda parte de La Isla del Silencio.
He autopublicado seis novelas, tengo una terminada a vistas de ser publicada y estoy escribiendo la séptima, sin perder ideas para la octava. El tiempo no perdona, es el único que no perdona y no puedo hacer otra cosa que teclear más y más. A veces, me frustro, me golpeo a mí mismo y después me levanto. Nadie dijo que fuera fácil. No es una cuestión de demostrar nada a nadie, pero quiero dejar algo. Además de los e-mails de agradecimiento, esta mañana he leído algo que decía Stan Lee en una entrevista.

“Descubrí que el entretenimiento es importante para las personas con problemas. Si entretienes a alguien y haces que se olvide de sus problemas por un rato, haces algo bueno.”

Mis libros no gustan a todos, pero a quienes les gusten, les deben gustar de verdad.

Por cierto, he lanzado una nueva edición de La chica de las canciones.