No es que todo vaya a cambiar… es que ya ha cambiado.
En cosa de un año, han sucedido muchos cambios en mi vida personal y profesional: otra ciudad, nuevos proyectos, nueva casa, viajes, guiones para Hollywood, Cannes, el cine… Un cambio que está relacionado con el trabajo hecho y con la velocidad en la que se transforma el mundo. Doce meses dan para muchas enseñanzas, pero hay cosas que parecen repetirse a lo largo de la historia. Lo primero es que la burbuja de la inteligencia artificial recuerda a la de las páginas web con la llegada de internet. Hay mucha gente hablando y otra mucha que hace, pero no habla. Es absurdo no tocarla, ni meterse de lleno en ella, pero lo es más decir que es capaz de escribir y reemplazar al humano. Pues no. La IA no escribe nada que merezca la pena, pues es sintético y sin vida, y no ofrece más allá que planteamientos estériles, sin sentimiento alguno. En cuanto a mí, no tengo interés en que alguien escriba por mí, pues de haber sido así, ya habría contratado a alguien mucho tiempo atrás. No es nada nuevo y más de uno se sorprendería al saber que hay un gran equipo detrás de sus escritores preferidos. En mi caso, no es así.
A medida que pasa el tiempo más y más rápido, me refugio en los proyectos venideros, en pausar las agujas del reloj y en vivir más desconectado de la pantalla y más conectado al presente, a los míos, a mis raíces. Eso me ayuda a conectar mejor con las historias que escribo. Desde el primer momento en el que me metí en esto, tuve claro que el único camino era el trabajo constante, sin importar los altibajos. Hoy no eres nadie, mañana destacas y, al cabo de un tiempo, te han olvidado. Es ley de vida. Sin embargo, por lo visto, lo vivido y lo aprendido, comprendí que la única manera de mantenerse a flote en estas aguas, era estando ahí, presente, de manera permanente. Han sido meses de muchos viajes, de muchas palabras sobre el papel y de decisiones tomadas gracias a la experiencia de los últimos diez años. Sigue siendo el mejor momento para vivir de la escritura, aunque ya no hay mucho lugar para los vagos y los derrotistas.
Ahora que las piezas parecen haberse organizado y mi ritmo regresar, quiero hacer tantas cosas que temo no poder abarcarlas todas. De momento, anuncio que pronto llegará Rojo, con “Sombra en la Costa”, y tengo esbozadas nuevas historias para Caballero, Maldonado y Dana Laine. Este año será el momento de poner cierre a algunas tramas de series y 2025 traerá algunas historias independientes. Pero, claro, luego viene la vida y te cambia los planes.
