Carreteras

Luces de neón, autovías, carreteras infinitas que cruzan regiones, lugares que conozco por primera vez. El viento sopla, pero no nos importa. Mi amigo, quien conduce, me dice que la vida son experiencias, las que vives y las que te dejas sin experimentar. Sus palabras resuenan, razón no le falta. Yo le contesto que la noche es un mundo extraño, un lugar desconocido para muchos. Él me responde que sí, que hay demasiados gatos pardos en él. Sabe de lo que habla, parece haber estado allí antes.

Regreso a casa con la mente tranquila y un regusto agradable al comprobar que, una vez más, la realidad supera a la ficción con creces. Sonrío porque son estas cosas las que alimentan mi imaginación, mis historias.

Estos días de conversaciones, de reuniones y botellas de vino que se vacían, de costumbre y tradición, observo que cada uno de nosotros tiene una historia que contar al mundo, una historia que sacar ahí fuera. Cada persona busca su modo de hacerlo.

Veo Blade Runner 2049 y me fijo en una escena que me hace reflexionar. La chica que habla se encuentra en una jaula de cristal y su trabajo es el de diseñar los recuerdos de los androides. Por una cuestión médica, ha pasado tanto tiempo allí que se ha convertido en una experta en imaginar, en crear historias. Eso me hace pensar en el letargo de mis días sobre el teclado. En la combinación de ambos mundos.

Siempre hay un poco de cada artista en su trabajo.

Últimos días para cerrar un año redondo en el que quedan muchas cosas por mejorar. A veces, damos demasiadas cosas por sentadas, olvidando celebrar los logros, las pequeñas victorias. Es el momento de seguir el camino, coger impulso y afrontar los nuevos desafíos.