Cerrando ciclos

El frío ha llegado de golpe para no quedarse fuera del año, un fin de 2015 que esperábamos cálido y no será así. El año termina como el fade out de la última canción de un disco de vinilo. Un año completo, de subidas más que de bajadas, de crecidas en cuanto a lo de juntar letras se refiere. Un año inspirador y de iluminación pero la brecha de un largo recorrido que sólo acaba de empezar (sí, empezar).

El verano pasado publiqué El Profesor, mi libro más leído, que todavía se puede descargar en iTunes o Amazon por la cara bonita. Aunque no entraba en mis planes cercanos, terminé cediendo y cogiendo con ganas una segunda parte que ya he empezado a escribir.

En diciembre terminé La Isla del Silencio, que es mi novela más reciente, y que 24 horas después de su salida ya había sido pirateada. En su momento, no supe cómo tomarlo, pero prefiero pensar que fue algo positivo, después de todo.

El año 2015 ha sido más productivo que 2014 en cuanto a las letras, pero menos que lo que 2016 llegará a ser. No voy a hacer propósitos ni resoluciones porque después no cumplo y me desmoralizo, aunque he de reconocer que me siento enérgico para empezar un nuevo ciclo.

De momento, en estos días de calma me he abierto un perfil en Wattpad (¿Tienes? Sígueme), el Youtube de la literatura como dicen en algunas webs. Por ahora, he publicado la primera parte de El Profesor y continuaré hasta el final, pero mejor no levantar mucho la vista porque se avecinan sorpresas en enero.

También he publicado un artículo en Medium donde hago un poco de recuento.

Aunque Gabriel, el periodista de La Isla del Silencio y álter ego que nunca seré, da una imagen acorde a lo más gris del periodismo local de aquellos días de crisis creativa, me recordó que todavía me quedaba algo de olfato “wolfiano”, de investigar y dar cera a los textos. Uno de mis propósitos del próximo año y los que suceden es pulir bien dicha habilidad, como algo artesanal y casero, bien hecho. Cada vez que pienso en ello, me viene a la mente la imagen de un 4 pistas analógico de cinta con el que grabamos nuestra primera maqueta. Esto significa más historias, más novelas, más productividad.

Finalmente, cada día somos más en esta “lista de correo” que se parece más a una gran familia repartida por todo el mundo y espero en 2016 la familia aumente. Es el momento de tomárselo en serio, ir un poco más lejos, que me acerco a la treintena… Así que si todavía no estás dentro, te estás perdiendo la fiesta.

Textos:

Y no olvides escuchar esta lista de canciones antes de que termine el invierno.