Crear una audiencia desde cero de forma sencilla

 

A estas alturas de la partida, la red está llena de recursos para transformar nuestra carrera y alcanzar el éxito (esa maldita palabra que nos hace pensar en montones de dólares y coches de lujo).

Sin embargo, todavía me encuentro con prácticas sin resultados, acciones a medias y ecosistemas que no terminan de funcionar por falta de claridad.

Es decir, gente haciendo cosas que no les dan lo que quieren.

Y eso resulta frustrante.

Con el fin de aportar un poco de luz -la única que conozco, la que me ha dado resultados de verdad-, creo que uno de los problemas a la hora de llevar a cabo una estrategia es la falta de conocimiento y planificación.

Es hora de dejar a un lado lo que creemos que funciona para probar lo que otros ya han hecho y ajustarlo a nuestro ecosistema.

Aunque este artículo va enfocado para alguien que escribe, se puede extrapolar a otros canales. Después de todo, yo no he inventado nada.

La secuencia es muy sencilla. Cuando escribimos un libro, necesitamos que alguien nos lea. Por tanto, debemos crear una audiencia de gente interesada en nuestro libro (el cual desconocen).

Buscando lectores

Hay millones de libros gratuitos en la red y todavía creemos que toda esa gente va a leer el nuestro porque es una obra magistral.

Y más aún pagando.

Pues me temo que no.

Así que mejor no molestarse en hacer spam, ni publicar en Facebook sin cese. Es un derroche de energía.

Define el tipo de persona ideal que va a leer tu libro. Imagínala. ¿Hombre o mujer? ¿Edad? ¿Gustos? ¿Influencias? ¿Vestimenta? ¿Ideales? ¿País? Describe a esa persona.

Tu misión es encontrar a este lector potencial, arrastrarlo a un lugar donde puedas tener contacto directo y nutrirlo con tu contenido.

La mejor opción es una página de aterrizaje (landing page) en la que suscribirse a cambio de algo atractivo (tu libro, un extracto, unos capítulos, varios relatos).

Existen recursos gratuitos como Mailchimp o Wix.

Montas tu página, ofreces tu libro gratuito y… ¿Ahora qué?

Más te vale tener algo más que ofrecer. A partir de este punto, es importante crear un vínculo real con esa persona antes de que se borre de tu lista.

Algunos ejemplos que funcionan:

– Cuéntale algo sobre ti, algo real.
– No escribas más de dos veces al mes.
– Deja una pregunta al aire para que se anime a responder. No tardes más de cinco días en contestar a los correos (te están brindando su tiempo, no lo desaproveches).

Pronto, si les gusta tu trabajo y estableces una conexión real, estas personas no tendrán problemas en seguir tu trabajo y tu carrera porque estás creando una relación humana (tiene sentido, ¿verdad?).

No obstante, necesitas tráfico que vaya a esa página de aterrizaje, tráfico que se convierta y haga crecer tu lista.

Sobra decir que hay diversas plataformas para promocionarse, pero no recomiendo perder la cabeza con esto.

Antes de empezar, hay que tener clara una cosa: si vamos a pagar por la promoción o no.

En el primer caso, acelerará el crecimiento (Facebook Ads permite llegar a nichos concretos).

En el segundo, nos llevará más tiempo.

Si decidimos optar por lo gratuito, recomiendo escribir en plataformas como Medium o en un blog y compartir nuestro trabajo en grupos privados de Facebook.

Siempre hay que tener una plataforma base (en este caso, el correo) y una segunda (para escribir, Medium y Facebook en mi caso).

Pero, ojo, hay que tener algo en cuenta: debemos aportar algo de contenido útil. La gente no es tonta. Si los dirigimos a un artículo para venderles algo, no nos tomarán en serio.

Por eso es tan importante dar. Crea, documenta tu proceso, escribe sobre lo que te gusta, acerca de temas que se relacionan con tu libro y quien se identifique contigo, con tu historia, no dudará en suscribirse a tu lista.

Hazlo de forma masiva, escribe a diario, busca lectores por todas partes, anota lo que te funciona o lo que no.

Una vez hayas puesto en práctica esto durante treinta días, calcula cuál ha sido el número diario de conversión (cuánta gente entra a tu lista al día).

No te desanimes si son diez, cinco o dos personas.

Prueba a multiplicar por diez esa cifra. Sí, parece complicado, pero una vez hayas creado la rutina de trabajo, sólo tendrás que esforzarte un poco más.

De este modo, llegar a mil lectores no te resultará complicado.

Por último, añadir algo fundamental. Durante el proceso, encontraremos a lectores que consumen lo que damos, a otros que nunca acceden al contenido de pago y a quienes no consumen ninguno de los dos.

Es crucial cuidar a los primeros, mantener el contacto con los segundos y no pensar demasiado en estos últimos. En especial, los últimos son los que más dolores de cabeza pueden dar, pidiendo mucho y aportando poco o nada. Es importante dar prioridad a nuestro tiempo.

Parece algo obvio, pero cuesta más de lo que parece cuando tenemos la sensación de estar “perdiendo audiencia”.

No conviene implicarse emocionalmente en ello.

Para concluir, aunque el correo electrónico parezca algo obsoleto, sigue siendo útil en casos como este. Mi última recomendación es abrir varios canales para que una misma persona pueda conocer más sobre nosotros y no se le escape nada (grupo privado de Facebook, cuenta de Instagram o blog personal).

Crear una audiencia lleva tiempo y mimo, pero es posible. Sólo hay que hacerlo.

Conecta conmigo

Pablo Poveda, periodista y escritor de novelas de ficción. Creo en la cultura libre y sin ataduras. Si te ha gustado este artículo, conectemos: te animo a que te suscribas y descargues gratuitamente una de mis novelas.

Si te interesa la escritura, descubre el curso de escritura que ofrezco para escribir, publicar tu libro en Amazon y lograr tus primeras ventas.

Si te ha gustado, ¿podrías darme unos aplausos para llegar a más gente?

También puedes seguirme en Instagram: @elescritorfantasma

Facebook: /elescritorfant