Luna y arena

white boat on sea

Luna y arena se titula uno de mis discos favoritos de Kenny Burell. Hoy ha amanecido con un sol dorado y radiante, y el álbum de Burell suena en casa a todo volumen por los altavoces. Viernes de poner fin a muchas cosas. La primera todas, mi procrastinación extendida. Es hora de regresar al barro, de cerrar la ventanilla y de comenzar a teclear. Tengo las cosquillas en el estómago, la sensación de que la idea está pidiendo a gritos ser escrita. Es parte del ritual. Madrid se ha convertido en un lugar curioso, con tanta terraza y sed. Ganas de beber para celebrar o para olvidar. No lo sé muy bien. Estos días alargo los paseos más de lo habitual, limito las citas y hago caso a la intuición. También termino de leer algunos libros que sirven como cierre de un ciclo extraño, de un mal sueño del que muchos aún no han despertado.

No soy muy dado a las entrevistas. Suelo rechazarlas por diversos motivos, pero esta semana me escribió otro escritor y periodista, Javier Rey, para participar en el canal que está empezando. Me animé por varias razones y el resultado fue una conversación muy entretenida, que pasó volando, y en la que hablamos de muchos temas interesantes que poco tenían que ver con lo habitual. La podéis ver aquí, y así conocer un poco mejor mi historia.

Mientras tanto, en mi imaginación, seguiré siendo un personaje de Edward Hopper, escribiendo por las mañanas en una habitación y convirtiéndome, por las noches, en el acompañante de la pelirroja que escucha al cantinero.

La vida, me la pintaron así.