Como hago una vez al mes para que no piensen que me he dado por vencido, que he levantado las manos del teclado, que he resignado a mi sueño… escribo un boletín a todos los que decidís seguirme. 

Es increíble cuando respondéis, desde cada parte diferente del globo. Es alucinante y no puedo evitar cartearme con todos, haciéndolo más íntimo, más privado y único. ¿Para qué comprar mis libros por internet si después no puedes hablar conmigo? La distancia se iguala a cero. 

En el último boletín, con un mensaje de vuelta, me he llevado una sorpresa y he conocido a este grupo, que lleva más carretera que yo (y más tablas). Se me han puesto los pelos de punta y no ha parado de sonar en el salón. 

Tienen discos en Spotify y Bandcamp, pero si te gusta, cómpralo.