Piratería, autores y diez consejos gratuitos e innecesarios para escribir

Leo un artículo sobre la piratería en la web de Javier Pellicer.  Básicamente, lo que cuenta no es nuevo pero está bien recordarlo a veces. En el artículo saca los argumentos de aquellos que bajamos bajan archivos ilegalmente.

  • Es que el autor debería sentirse orgulloso de que su obra sea considerada para estar en una web de descargas
  • Pagas a esa compañía por acceder a Internet, no por lo que hagas una vez estás dentro.

En mi respuesta al artículo, he argumentado que existen muchos libros que no serían leídos NUNCA si estuvieran en papel o si alguien tuviera agallas para publicarlos (como los míos). Esto nos ha abierto las puertas. Otra historia es que, desde hace más de 15 años, nos aprendimos la cantinela de que pagamos por internet pero no por su contenido (y como la Ley no hizo nunca nada, así nos ha ido hasta hoy).

¿Se ha acabado el chollo para muchos? Sí. Pero para otros, ha comenzado. Ahora que hay más autores que cafeterías, es importante cuidar al cliente. ¿Cómo? Teniendo contacto directo, preguntándole a él y no a ti, atendiendo sus demandas (y no las tuyas). ¿Venderse? No, nunca, pero si eres juntaletras y decides saltar al salvaje ruedo de la autoedición (porque eres como George McFly y no soportarías llevarte un bofetón editorial) te aviso que tu ego no hará más que molestarte.

Esto es un negocio. Yo no soy hombre de negocios (quizá por eso me esté tomando tanto tiempo) pero hay un camino para todos, más largo, más corto. Hay mucho ruido ahí fuera de cómo hacer las cosas y me he dejado unos cuantos pavos comprando libros que no servían para NADA. 

  1. La gente, si quiere, compra; si duda, descarga ilegalmente; y si no le interesa lo mínimo, te ignora. Así de simple. Si eres un autor de renombre, se salta el último paso.
  2. Haz las cosas bien: busca a la gente que tenga interés en lo que haces, hazle saber que existes y cuídala. Poco a poco. Persona a persona. Somos personas, ¿verdad?
  3. Aprende algo de mercadotecnia pero no te excedas. Si partes de cero y no sabes inglés, dos libros: Digitalízate y El arte de pedir de Amanda Palmer. Un blog: Gabriella Literaria y Tintachida. Si entiendes inglés: Creativindie y David Gaughran. Suficiente para arrancar. Empápate y toma notas. No te dejes saturar por todo lo que hay ahí fuera.
  4. No te obsesiones. No tengas envidia de otros. No tengas miedo. Hay muchos escritores, pero no dejan de ser personas, con sus manías y sus historias. Algunos te dejarán de hablar cuando te vaya bien y no les cuentes por qué. A lo tuyo. The world is yours. 
  5. Autenticidad: las cosas llegan despacio. A Bob Dylan lo criticaron por pasarse a lo eléctrico. A lo tuyo. Si crees en una idea, a por ella. Te dejarán por el camino igualmente.
  6. ¿Quieres fama? Este no es el camino. Escribe, publica y deja un bonito recuerdo. Las lecturas son efímeras, la gente cada vez pone menos atención a las cosas. Tú también. No te alarmes. Sigue escribiendo, mejora. Tu mejor libro está por llegar.
  7. Si la pasta no llega, sigue intentándolo. Cada vez que piensas en tirar la toalla, alguien lo ha hecho ya. Sigue subiendo, que otros se retiren no es tu problema. Si lo dejas, entonces no era para ti. 
  8. Las críticas positivas y negativas que explican el por qué, son necesarias. Las que no, ignóralas. 
  9. Si algo te sale bien, déjalo a un lado y a por otra cosa.
  10. No te tomes esto muy en serio, escribir siempre ha sido un oficio de pobres y fiesteros.