Productividad

Este mes de marzo estoy llevando a cabo un entrenamiento intensivo de escritura. Es mi pasión y tengo una misión. Escribir una novela no es una tarea fácil, y más cuando tienes un trabajo al que acudir de lunes a viernes.

Desde que empezó 2017, me he dado cuenta de algunas cosas en cuanto a la forma de trabajar y su productividad. Cosas, por supuesto, que funcionan conmigo, con una persona normal y corriente.

Buscando la manera de exprimir el máximo de mis días, he probado algunas prácticas que funcionan bastante bien -cuidado, requieren esfuerzo-.

Objetivos. Escribas, leas o tengas un proyecto que llevar a cabo, es importante establecer una fecha de entrega -sí, como en la univerisidad- y una rutina diaria. Completar 500-1000-2000 palabras diarias. Tú pones el límite. La mente necesita objetivos para sacar lo mejor de nosotros mismos. Sin una fecha final, no terminaremos el trabajo e iremos posponiendo la tarea todo el tiempo.

La rutina. Concibo el ejercicio de la escritura como cualquier otra práctica creativa sin excepciones. No bebo alcohol cuando escribo y tengo un plan que sigo. Existen muchos escritores que se consideran arquitectos o jardineros, es decir: quienes planean lo que van a escribir -como es el caso de Dan Brown- o se dejan llevar por la página en blanco -Stepehen King, Bukowski, Kerouac o George R.R. Martín-. En mi caso, me considero un híbrido que necesita de ambos para disfrutar las historias.

En lo que todos coinciden es en el hábito. Hay personas que prefieren practicar deporte, escribir, aprender… por las mañanas. Otras, por las noches. No soy un hombre de madrugar y tampoco de acostarme tarde, pero el tiempo es oro y siempre se puede hacer más.

Levantarse con varias horas de antelación y hacer ejercicio. Si entras al trabajo/clases a las 8-9 de la mañana, levántate a las 5-5.30, bebe un vaso de agua y haz siete minutos de ejercicios. Lo más horroroso es despertar, pese a dormir de seis a siete horas. Una vez arriba, realizo ejercicios físicos durante 5-7 minutos -existen aplicaciones que te indican qué hacer para mantenerte en forma en 7 minutos, aunque yo no las uso-. Me ducho, preparo café y escribo. Normalmente no bebo más café en todo el día. Procura dormir siete horas. El cuerpo se resentirá si no lo haces.

Usar la técnica 25/5. Se llama técnica pomodoro, aunque no es más que concentrarse sin distracción en 25 minutos y descansar cinco. Te sorprenderás de lo que eres capaz.

Aprende. No tengas miedo a aprender algo que desconoces. Invierte tiempo en lecciones, manuales. Si quieres vender tus libros, aprende de alguien que ya lo esté haciendo. No inventes la rueda ni pierdas tiempo en probar cosas sin criterio. No juzgues a la gente, aprende y actúa -esto último me ha llevado años para entenderlo-.

Beber té verde. Un hábito que empecé en Polonia ya que aquí las infusiones son muy populares. Cuando escribo, el té verde me mantiene despierto y estoy hidratándome constantemente. Sin embargo, no me afecta tanto como el café y puedo ir a dormir cuando lo considero necesario. Como apunte, decir que reutilizo las hojas para que la intensidad sea más baja.

No beber alcohol. Parece mentira que diga esto. Me gusta beber pero resulta contraproducente cuando escribo. Cada persona es un mundo. En mi caso, beber bloquea mi escritura, me produce somnolencia y me siento cansado a la mañana siguiente. Esto me sucede con un tercio de cerveza. Así que sólo bebo si no tengo trabajo que terminar. Los años no pasan en balde.

Optimizar el tiempo y las tareas. uso una libreta donde escribo cada mañana las cosas que quiero hacer durante el día. Eso me mantiene alerta para valorar el tiempo libre que tengo. También escribo un calendario de horas diario. En poco tiempo, mi cuerpo ha aprendido que de 20 a 22h tiene que escribir. No valen las excusas, ni las llamadas de teléfono. No soy tolerante con esto y así completo los capítulos.

Decir no. A las llamadas de teléfono banales, a las conversaciones que no llevan a nada y a la gente que se aburre. Acéptalo, a nadie le importa un carajo lo que hagas, por tanto, no lo va a entender, te va a robar tu precioso tiempo y eso no va a gustarte. Diferencia entre la gente que merece unos minutos y la que no.

Nada de lo que digo aquí es algo que no se haya dicho ya. No es fácil, pues requiere constancia y compromiso. Es aplicable a cualquier actividad. En internet hay muchos consejos de cómo escribir y unos cuantos libros sobre el asunto. A quienes escribimos, hay ciertas cosas que nos obsesionan. En mi caso, he dejado de leer sobre cómo escribir para, simplemente, escribir. Dedico a leer autores que me gustan para entender lo que hacen, pero como he citado en otros artículos, con leer un par de libros basta. La constancia ayuda a mejorar la creatividad, a ser mejores en lo nuestro.

Y tú, ¿qué haces para sacar el máximo rendimiento a tus días?