Pensaba que este día no llegaría, pero lo cierto es que está aquí. Hoy quedan lejos las horas frente al teclado, las largas semanas de escritura, el día en el que tuve la ingeniosa idea de escribir una historia sobre dos familias y la mañana en la que me di cuenta de que el libro era superior a mí y estuve a punto de tirar la toalla. Hoy todo eso es historia y miro con orgullo la portada de un libro de más de seiscientas páginas que ahora será vuestro.
Estoy enormemente agradecido por la cantidad de reservas -a ciegas- que habéis hecho del libro, sin saber más de lo que contaba en los correos electrónicos.
«¿Quién mató a Laura Coves?» es ya una realidad. El tiempo -y vosotros- decidirá si es mi mejor obra o no, pero lo he apostado todo aquí, tanto que me he quedado vacío. Algo en mi interior me dice que cambiará la manera de contar historias.
Hoy, como es costumbre, el libro está en oferta durante las siguientes 24 horas, por si alguien se despistó a la hora de reservarlo -o, simplemente, no quiso-.
Gracias por todo. Ahora toca seguir con el oficio, pero observo con orgullo el trabajo hecho. De vez en cuando, un rayo cae sobre mi cabeza y salen historias como esta.
