El secreto está en el pulp

 

Estaba leyendo algunos bolsilibros que tenía por casa…

Parece mentira que fuera ayer cuando decidí dedicarme a esto para ganarme la vida. ¡Y qué sabia decisión!

Estos días, estoy en el interior de la provincia, uno de los pocos lugares en los que soy capaz de pensar con claridad y desintoxicarme del ruido ajeno por un tiempo. Algunos veranos, he pasado meses aquí. Otros, simplemente días. En esta ocasión, con una mudanza ya terminada y un traslado de ciudad, me tomé dos semanas para respirar aire puro, leer novelas del oeste y pensar en el futuro.
Y, de paso, escribir un poco.

Llevo varios proyectos entre manos, novelas que saldrán después del verano. Maldonado, Rojo… Pronto anunciaré las preventas.

Pero, la razón de esta entrada es otra.

A día de hoy, ya no sé si alguien leerá lo que escribo, pero lo dejo escrito para la posteridad. Después de todos estos años, he caído en la conclusión de que no ha cambiado nada la manera en la que disfrutamos las historias. Puede cambiar el formato, la distribución, los medios, al fin y al cabo, pero no lo que buscamos en las historias.

¿La gente lee menos? No lo sé. Yo sé lo que leo, y lo que leen de mí, y de mis compañeros de oficio, que no es poco, más bien lo contrario. No importa. Si no se lee, se escucha, se ve. Las historias siguen ahí. La IA no va a reemplazarlas.

El secreto (para mí) sigue estando en los bolsilibros que llenaban los veranos y las tardes muertas. Eso, y vivir experiencias reales. La gente quiere vivir otras vidas y verlas en Instagram o tiktok no es suficiente y solo produce ansiedad. Las historias no. La imaginación es otra cosa, tocar la fibra es un arte. Ganar dinero con ello, supongo que también lo es y no estoy hablando de dinero.

El curso de escritura se cerró de cara al público (temas de licencias y exclusividad con terceros), pero hay una vasta información en Youtube, en los foros de Facebook, en Google (créditos a Blake Snyder, Erle Stanley Gardner y Lester Dent por sus consejos sobre escritura, ahí está todo). Sobre el marketing, maquetación, publicidad… Están todos los tutoriales en la red y de acceso gratuito. Nunca ha sido tan fácil.

En cuanto a mí, seguiré haciendo lo mismo, disfrutando de la vida, bebiendo cerveza, leyendo historias, escribiendo otras tantas y cerca del mar.

Se ve una época dorada en el horizonte.