Verano azul

Han pasado dos meses desde que no actualizo la página. Lo hago hoy porque he recordado una vieja entrada que escribí sobre el minimalismo. En 2015, si no me equivoco, el minimalismo jugó un papel importante en mi vida. En ocasiones, es complicado liberarse de toda la basura materialista que te rodea, si no te quieres pudrir por dentro (sobre todo, si no tienes nada). Parece que no, pero la vida es más zen de lo que pensamos (el símbolo del pincel, que no es otra cosa que la pescadilla que se muerde la cola) y, al final, todo se reduce a lo mismo. Cuando más tienes, más necesitas el minimalismo.

En mi caso, lo que me sobran son distracciones y trabajo, y lo que me falta, últimamente, ha sido claridad mental. De ahí que no proliferen las novelas este año. De ahí, muchas cosas. Así que uno regresa a donde empezó.

Llevo unos meses de simplificación, de reducción a mínimos: en lo social, lo laboral, lo digital. Y por eso olvidé actualizar esta página.

Hace un mes, se publicó «Una Bala en Miami», el final de Maldonado. Agradecí mucho la acogida.

La semana pasada, acabé el borrador de «Al Rojo Vivo», la última de Rojo.

Se puede reservar ya.

Doce meses extraños, bonitos, diferentes. Pongo fin a muchas cosas.

Simplifico. Y eso me ayuda a escribir más que nunca.

Aunque la mayoría me sigue por email, ahora me podéis leer en Substack, aquí. 

Cada semana, un correo.

Feliz verano azul.