Cierre

En todo hay un cierre, un final. No siempre tiene por qué ser el mejor. Únicamente ha de hacer su función. Cerrar, poner fin, dar paso al siguiente capítulo.
Supongo que este es el adiós de una temporada —aunque quede poco más de una semana—, porque dejar Madrid significa eso, aunque sea por unos días.
Días en los que haré balance. El 2022 ha sorprendido, gratamente, con su arco narrativo, con sus giros de trama inesperados, con su caída a los infiernos y con todos esos puntos de inflexión que parecen sacados del paradigma de Syd Field. El problema es que, a diferencia de las tramas o de las escaletas, la vida sigue sorprendiendo y no siempre es fácil de anticipar.
De nuevo, después de muchos años, me tiemblan las piernas al pensar en el horizonte del próximo año. Tal vez sea ilusión, nervio, pero uno siente que ha llegado el momento de jugarlo todo.

Por otro año lleno de aventuras y libros.
Felices Fiestas.