El Starbucks de Varsovia

Ayer escribía a la lista de correo una anécdota sobre cómo construí el personaje de Don. Mientras lo hacía, caí en la cuenta de que habían pasado seis años. Dios mío, seis años desde aquella tarde en un Starbucks de Varsovia. Y aquí seguimos.
Cada vez me cuesta más escribir en el blog. No es por pereza, sino por falta de tiempo. Hace seis años, casi no recibía correos de lectores. Leía mucho sobre lo que hacían otros autores, intentaba que mis libros llegaran a alguna parte. No me considero un ejemplo de nada, ni recomiendo lo que hago a nadie (el curso, sí, sin embargo), pero, echo la vista atrás y veo todos estos años como un gran aprendizaje. Este año, Amazon España me ha nombrado autor destacado de 2022 que, para mí, ya es un logro.
Seguiré escribiendo aquí, aunque ya no sean relatos (o sí, aunque la vida se ha vuelto realmente díscola como para sintetizarla en 200 palabras), pero dejaré constancia de mi paso. Ni siquiera sé dónde estaré en cinco años, o si estaré.
De momento, sigo escribiendo con la misma intención que la de aquel día en la franquicia de café, y ya es.